El sistema por el que un individuo o una empresa puede reclamar una parcela en la Red, un dominio que le identifique y a través del cual pueda dar a conocer sus productos, o simplemente sus hobbies y las fotos de su perro, está inmerso en un radical proceso de cambio. Además de desvaríos teóricos y discusiones técnicas, lo que está en juego es una cuestión mucho más básica y peliaguda: dinero.
Evidentemente, un dominio no es ni un piso ni un local comercial, pero en algunos aspectos funciona como si lo fuera: para mantener un escaparate en la red hay que pagar una cuota en concepto de registro; por el momento ronda los 70 dólares por dos añs. A esto hay que añadir el 'alquiler' anual que se paga por mantener las páginas en la Red, un coste que varí según el proveedor que ofrece el servicio de hospedaje.
Si se tiene en cuenta el crecimiento exponencial de Internet, su carácter marcadamente comercial, los más de 10 millones de dominios registrados (6 millones de los cuales son .com) y las perspectivas de futuro, está claro que por poco que cobre, una oficina de registro puede ganar mucho dinero. Y hasta hace muy poco esta era la realidad, una sola empresa se ocupaba de registrar todos los dominios de alto nivel.
Los dominios de alto nivel: La milla de oro en Internet
Los TLD (Top Level Domains; Dominios de Alto Nivel) son los que cuentan. Existen dos categorís: los genéricos y los geográficos.
Los dominios genéricos son mucho más populares, quizá porque son más fáciles de conseguir: apenas se exigen requisitos. En total hay siete tipos de dominios genéricos. Inicialmente estaban relacionadas con alguna actividad (ver listado) aunque hace mucho que esto dejó de ser así para los dominios .com, .org y .net. Cualquiera puede registrar estos tres dominios.
El significado original era:
.com = Comercial
.org = Organización sin ánimo de lucro
.net = Redes, proveedores de internet...
.edu = Instituciones educativas, universidades, etc.
.int = Organizaciones internacionales o bases de datos.
.mil = Militares
.gov = Gobierno
El registro de los dominios geográficos se controla en cada país. Hay 191 dominios de este tipo, que se corresponden con 191 países. Son códigos de dos o más letras (.es para España, .fr Francia, .be Bélgica, .mx México, etc.). La lista completa está disponible en numerosos sitios web, entre otros en IANA.
En cada caso, el organismo encargado de gestionar y asignar los dominios se denomina NIC (Network Informacion Centre; Centro de Información de Redes).
Para conseguir un dominio geográfico hay que cumplir una seríe de requisitos, que varían de país en país y que pueden llegar a ser bastante engorrosos.
En España, el ES-NIC exige que la organización que solicita un dominio esté legalmente constituida en el país y, si el nombre que quiere reservar no es igual al de la empresa, que demuestre que verdaderamente le corresponde. El ES-NIC es cuidadoso, es decir, lento.
Los dominios geográficos están mucho menos extendidos que los genéricos. Y no hay duda de que los que tienen más 'imán' son los .com, .net y .org. Sobre todo .com, el dominio estrella.
Cómo funcionaba antes
Al principio todo era gratis porque el gobierno de EE.UU. corría con los gastos. Duró poco: Internet empezó a hacerse mayor, a crecer desmesuradamente, el gobierno se vio desbordado y decidió pasarle la responsabilidad a una empresa privada. Así es como, en 1992, Network solutions Inc (NSI) se hizo con el monopolio para el registro de los dominios genéricos. Se convirtió en el InterNic (International Network Information Centre; Centro de Información Internacional sobre redes) y comenzó a gestionar y mantener la base de datos (whois) y los servidores de dominio .com, .org y .net.
En los albores del InterNic, se podía reservar un nombre de dominio sin pagar nada, una oportunidad que algunos aprovecharon para secuestrar (reservar o registrar) dominios con el nombre de empresas, marcas, productos conocidos u organismos oficiales y después tratar de vendérselos a sus dueños por sumas millonarias -una situación que se produjo con sorprendente frecuencia. A esos individuos se les conoce como ciberokupas ( cybersquatters). Existen todavía pero son una especie en vías de extinción. La legislación que con toda probabilidad será aprobada próximamente contribuirá a ello, como también lo hará la posible introducción de otros dominios genéricos de primer nivel, como shop.com, web.com, arts.com, etc. Además, pocas empresas se duermen ya en los laureles y suelen apresurarse a reservar el dominio que les corresponde.
No se trata solamente de registrar los dominios: una labor crucial es la coordinación de todo el Sistema de Nombres de Dominio (el DNS) y del root server, el servidor inicial. Esto hace posible que un humano teclee www.baquia.es para que su máquina lo traduzca a 198.931.1.1. y le facilite una copia de la página. Funciona, a grandes rasgos, de la siguiente manera: Al teclear www.baquia.com la computadora hace una petición que llega al servidor DNS de nuestro proveedor de acceso (ISP). Éste la lee y observa que buscamos una dirección que termina en .com. Se percata de que no es una dirección propia, así que le pregunta a otro DNS; y si éste tampoco la tiene le pasará la petición a otro servidor. Y así sucesivamente hasta llegar al root server, el que tiene información sobre los dominios de alto nivel y sobre las máquinas autorizadas para resolver las direcciones. Cuando el servidor DNS de origen recibe la información, le pregunta a la máquina responsable del .com por baquía.com, recibe la respuesta y una vez que ha localizado la dirección específica nos hace llegar una copia de la página que habíamos solicitado.
El organismo que gestiona el root server (ICANN en este caso) tiene el poder potencial de decidir quien existe en la red: si www.baquia.com está archivado en una máquina desconocida para la computadora que gestiona los dominios .com entonces, a todos los efectos, www.baquia.com no existe.
ICANN también coordina la asignación de las direcciones IP y la asignación de parámetros para los protocolos de internet. Es decir, aunque formalmente nadie controla la red, ICANN tiene una gran influencia en ese hipotético panel de mando.
Y desde 1998, las luchas entre ICANN y NSI, así como el perpetuo tira y afloja que NSI ha mantenido con el gobierno de EE.UU., se han vivido como todo un culebrón dentro de la comunidad Internet.
La transición
ICANN firmó la sentencia de muerte para el monopolio de NSI e inició un periodo de transición; el primer paso hacia el libre mercado en el registro de dominios. Durante esta temporada de prueba, que de hecho se ha prolongado varias veces, ICANN ha seleccionado a una serie de Registradores (Registrars. Algunos empezaron a operar inmediatamente y otra larga lo harán una vez que finalice la etapa de prueba. Existe una lista actualizada de las empresas acreditadas por ICANN.
Como funcionará en el futuro
ICANN y NSI han llegado a un acuerdo que presuntamente sienta las bases para el desarrollo futuro de Internet.
NSI ha reconocido la autoridad de ICANN y tras pagar 2 millones de dólares se ha convertido en otro Registrador más, al menos en teoría.
Uno de los principales escollos durante las negociaciones ha sido la base de datos whois, gestionada por NSI. En ella se recogen los datos de más de 5 millones de dominios y es el lugar idóneo para verificar si un nombre de dominio específico está aún disponible. NSI ha puesto todos los obstáculos que ha podido y más para evitar que los otros registradores tuvieran acceso a ella, pero estaba claro que al final tendría que ceder.
Según el acuerdo al que se ha llegado, NSI continuará gestionando whois durante cuatro años. Y si se decide a desgajar esa parte de su negocio (es decir a separar su función de Registrador de su función de Registro) entonces el contrato de gestión se prolongaría otros cuatro años más.
Los registradores deben pagar 6 dólares a NSI por cada dominio que registren, pero a partir de ahí pueden fijar el precio que deseen para sus clientes. NSI parte con bastante ventaja pero se podrí decir que se ha abierto la veda. El mercado decidirá si el registro de un dominio vale realmente 75 dólares por dos años. Al menos se podrá elegir el Registrador y realizar todo el proceso en inglés, en español (en Nominalia y en un futuro en Interdomain), o en cualquier otro idioma.